El indulto de muchos jefes guerrilleros, la desaparición de otros y la persecución más tenaz de que estaba siendo objeto Gordiano Guzmán, lo obligaron a salir de la región. Entre 1813 y 1816 se alejó de suelo sureño para trasladarse a Michoacán para de ahí incorporarse a los principales líderes de la insurgencia; se conoce que estuvo presente en el ataque que José María Morelos hizo al fuerte de San Diego en Acapulco entre mayo y agosto de 1813.[1]
Con la muerte de Morelos el 22 de diciembre de 1815,[2] el movimiento rebelde se desestabiliza al perder al combatiente e ideólogo de las masas populares y entra en caos por un tiempo, el cenit alcanzado por la excelente campaña militar de Morelos, se eclipsa con los combates de otros que apenas serían su sombra. La desaparición física del principal jefe insurgente no significó ni la desviación ni el olvido de los proyectos reivindicativos de Gordiano Guzmán, pues este estaba convencido de su lucha a favor de los desposeídos y seguiría en la línea de operaciones.
La ausencia de Guzmán en la intendencia de Guadalajara, había sido de poco más de un año.[3] Apareció en 1817 apoderándose de las regiones de Cohuayana, Coalcomán, y otros lugares de la cuenca del río Tepalcatepec en territorio michoacano; busco mantener el contacto con los jefes que controlaban los lugares próximos a la costa de Acapulco,[4] casualmente líderes de ascendencia africana como él; a saber, Morelos, Vicente Guerrero y Juan Álvarez y estableció un corredor entre ese punto y su región natal.
Guzmán y su gente atacaron Tecalitlán el 6 de marzo de 1818 y de allí cayó sobre Tuxpan, en donde nada pudo lograr por la tenaz intervención de los realistas de Zapotiltic y Tamazula. Por esas fechas Gordiano recibe comunicación de Vicente Guerrero quien le solicita se presente con su fuerza, para que le auxilie en la campaña sobre Huatamo y otros pueblos de tierra caliente. A partir de septiembre de 1818 Gordiano inició exitosamente su participación de guerra en aquellas tierras.[5]
(…) Vicente Guerrero, (…) emprende exitosamente la tarea de revivir en la región sureña el fragor de la lucha insurgente. A partir del mes de septiembre de 1818 y al frente de un ejército de aproximadamente 1,800 hombres, inicia una larga campaña de triunfos militares hasta reconquistar tierra caliente.[6]
[1] Olveda Legazpi, Jaime; Gordiano Guzmán, un cacique del siglo XIX; INAH-SEP, México 1980, pág. 80. 1980
[2] Zavala, Lorenzo de; Ensayo histórico de las revoluciones de México desde 1808 hasta 1830; Edit. Porrúa México, 1969, pp.67-68.
[3] Entre los jefes insurgentes más firmes, hemos de citar al que alguna vez fue lugarteniente del padre Morelos, Gordiano Guzmán, quien operaba desde 1816 en la tierra caliente michoacana del Pacífico. Van Young, Eric; La otra rebelión La lucha por la independencia de México, 1820- 1821 Fondo de Cultura Económica México, 2006, p.330
[4] Muriá, José Ma. et al; Historia de Jalisco. Tomo II, De finales del siglo XVII a la caída del Federalismo; Unidad editorial Gob. Edo. de Jal. INAH, México 1981, pp. 382-383.
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